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Grosperrin 1989 Brut de Fût
Brut de Fût

Grosperrin 1989 Brut de Fût

Cognac - Fins bois - Antiguo - Grosperrin
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Botella de 0,70 L con estuche
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Características
Grosperrin

Grosperrin

El coñac Grosperrin es un nombre que resuena con excelencia y tradición en el mundo del coñac. Esta empresa familiar, fundada por Jean Grosperrin, es conocida por su compromiso con la artesanía y la excepcional calidad de sus coñacs. Con una historia que se remonta a más de dos siglos, Cognac Grosperrin es el fruto de una pasión transmitida de generación en generación.

La historia de la familia Grosperrin comienza a principios del siglo XIX, cuando Jean Grosperrin, comerciante de vinos, empezó a producir y comercializar Cognac. Desde entonces, la familia ha desarrollado una experiencia única en la selección de coñacs excepcionales procedentes de los mejores dominios de la región.

Lo que distingue al Cognac Grosperrin es su decidida apuesta por la calidad y la autenticidad. A diferencia de las grandes casas de coñac que producen mezclas, Grosperrin se centra en comprar y madurar coñacs de pequeñas destilerías artesanales. Estos coñacs envejecen en barricas de roble en las bodegas tradicionales de la región de Cognac, donde el clima suave y oceánico desempeña un papel esencial en el proceso de maduración.

El terroir de la región de Cognac es un elemento clave en la calidad de los coñacs Grosperrin. Los viñedos se asientan sobre suelos calcáreos, que confieren a las uvas una riqueza mineral única. Además, el clima suave, atenuado por la influencia del Océano Atlántico, favorece una maduración lenta y regular de las uvas, lo que permite el desarrollo de aromas complejos de gran finura.

Lo que hace aún más especiales a los Cognacs Grosperrin es su edad. La casa se centra en la adquisición de coñacs maduros, algunos de los cuales tienen más de 50 años. Estos coñacs se seleccionan cuidadosamente por su calidad excepcional y su capacidad para revelar toda la riqueza y complejidad del terruño de Cognac. Cada botella es un testimonio vivo del saber hacer y del patrimonio ancestrales de la región.

El enfoque de Grosperrin en la producción de Cognac también está marcado por su respeto a los métodos tradicionales. Los coñacs se destilan a mano en alambiques de cobre, utilizando técnicas transmitidas de generación en generación. Esta atención al detalle y a la tradición garantiza la autenticidad del pRéserver y la esencia misma del Cognac.

Los Cognacs Grosperrin se distinguen por su complejidad aromática, su finura y su equilibrio. Cada botella cuenta una historia única, con sutiles aromas de frutas, flores, especias y notas amaderadas. Degustar un coñac Grosperrin es una experiencia sensorial inolvidable, que ofrece una profundidad y una elegancia que harán las delicias de los conocedores más exigentes.

Los coñacs Grosperrin se distinguen por su complejidad aromática, su finura y su equilibrio

Descripción Grosperrin 1989 Brut de Fût

Este Coñac Millésimé procede de un viñedo situado en Brie-sous-Mathan, un pueblo en el corazón de uno de los paisajes más bellos de la región vinícola de Saintonge, sobre terruños arcillo-calcáreos.

Con una historia vitivinícola que se remonta a casi mil años, este tranquilo pueblo es famoso por la calidad de sus viñedos.

El viticultor había guardado sus cosechas de finales de los 80 y principios de los 90, debido a la crisis económica que azotó duramente la región a partir de 1992.

Las ventas se habían desplomado, y muchos viticultores se habían visto obligados a guardar las cosechas de años anteriores, por falta de comprador.

Vestido de oro viejo.

En nariz, es un coñac característico de Fins Bois con notas ligeramente dulces y afrutadas (mango, mora, piña cocida), apuntaladas por una agradable salinidad, testimonio de un terruño más mineral que arcilloso.

Hay cierta longitud y un equilibrio muy agradable en este conjunto aromático, que dan ganas de llevárselo a la boca.

A primera vista, este Cognac es suave, casi discreto, pero muy rápidamente adquiere amplitud.

En boca es tan goloso como en nariz, el afrutado se prolonga con notas especiadas que marcan los 31 años de crianza en barrica.

El final es aterciopelado, muy perfumado, y dan ganas de rellenarlo.

Un Cognac accesible, para los amantes de los Fins Bois tradicionales.

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