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Obras maestras de vino y licores en su puerta
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En la década de 1860, la familia Ragnaud poseía un pequeño viñedo en Grande Champagne de Cognac, un cru aún no clasificado Premier Cru pero reconocido por todos los profesionales de la época como el mejor Cru de la región de Cognac y que más tarde sería clasificado Premier Cru por sus excepcionales cualidades.
El viñedo entonces, como ahora, estaba plantado con Folle Blanche y Ugni-Blanc, una variedad de uva resistente a la filoxera, una enfermedad mortal que asolaba todo el viñedo de Cognac en aquella época.
Fue en 1920 cuando Paul Ragnaud se instaló en el Château de Ambleville, seguido en 1941 por su hijo Raymond, que decidió crear la marca Raymond Ragnaud embotellando bajo su nombre las eaux de vie de su herencia.
En 1963, su esposa, ayudada más tarde por sus dos hijos, Françoise y Jean-Marie, aumentó el viñedo mediante sucesivas compras hasta alcanzar las 47 hectáreas repartidas en 3 propiedades: Ambleville, Criteuil la Madeleine y Lignères-Sonneville en las célebres laderas calcáreas de Grande Champagne.
Desde hace 30 años, Françoise Ragnaud-Bricq se mantiene fiel a sus raíces ancestrales, gestionando sus tres viñedos y perpetuando las tradiciones del saber hacer de una familia establecida en Ambleville desde hace más de 150 años en los viñedos de Grande Champagne Premier Cru.
Raymond Ragnaud XXO es una edición limitada de 350 botellas que se presenta en una magnífica caja de madera. Lleva una noble etiqueta azul real, con cada botella numerada.
Este Coñac Extraordinario es una mezcla de dos aguardientes con personalidades distintivas, ambos de la excelente añada 2003: un aguardiente potente y picante elaborado a partir de la variedad de uva ugni blanc, y un aguardiente folle blanche fino y elegante. Un matrimonio feliz para deleitar a las papilas gustativas más exigentes.
Detrás de su color ámbar se esconde una nariz sofisticada que revela una paleta aromática compleja e impresionante. Nos llegan aromas embriagadores de piel de naranja y azahar, acompañados de sutiles notas de peras escalfadas y ciruelas confitadas, en un bello conjunto floral y afrutado. La nariz también revela discretas notas de rancio, fruta confitada, vainilla y especias orientales.
En boca presume de un fino volumen con alcohol bien fundido. Gracias a la armonía entre calidez y estructura tánica, la textura es muy suave. La frutosidad ocupa un lugar destacado, con aromas que recuerdan a la pera, ciruelas y albaricoques maduros y mermelada de higos. En el fondo se detectan cítricos confitados y un toque de avellanas tostadas. Termina con una larga nota de chocolate amargo, pimienta y especias.
Un maravilloso ejemplo de Grande Champagne intenso y potente, dotado de un largo final de inmensa sutileza.
