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Obras maestras de vino y licores en su puerta
Reservada a los VIP, esta cuvée procede de las antiguas reservas de la familia Frapin.
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Instalada en el suroeste de Francia desde 1270, la familia Frapin es viticultora y después destiladora desde hace más de veinte generaciones, y posee un viñedo de 240 hectáreas en la Grande Champagne.
Es la Grande Champagne, clasificada como Premier Cru en la región de Cognac, la que se convertirá en la tierra elegida por esta familia instalada en el Château de Fontpinot.
En su árbol genealógico, la familia Frapin incluye al célebre escritor del siglo XVI Antoine Rabelais. En un guiño a la historia, el logotipo de la Maison Frapin luce la pluma dorada del escritor.
Los vinos se destilan con las lías en Frapin. Tras la tradicional doble destilación conocida como "Charentaise", las eaux de vie recién destiladas se alojan una cuarta parte en barricas nuevas y el resto en barricas rojas o más viejas.
La casa Frapin produce una amplia gama de coñacs, los más antiguos de los cuales datan de 1888.
Frapin se ha establecido en el corazón de la región de la Grande Champagne, en Segonzac, desde hace muchas generaciones.
Destilado con las lías, el XO VIP se envejece en el Domaine en bodegas húmedas durante varias décadas, lo que le dará toda su redondez y flexibilidad.
El decantador XO VIP se inspira en el encuentro entre un frasco de perfume y un tintero. Una sutil alianza entre la elegante fragancia de este XO y el amor por las letras de la Casa Frapin, herencia lejana de un prestigioso antepasado, François Rabelais.
Proviene de las antiguas reservas de la familia.
Color: Coñac con tonos dorados, rico en pureza natural.
En nariz, se distingue por sus agradables notas florales y una bella complejidad aromática salpicada de sutiles toques amaderados.
Un elegante conjunto típico de los antiguos coñacs de la Grande Champagne.
En boca: tras la delicadeza de la nariz, la potencia en boca ofrece una antología de sabores, revelando a su vez notas de chocolate, frutos secos, fruta confitada, pan de especias...
La expresión es sofisticada, compleja, profunda, sin perder nunca la frescura original de la fruta.
