Una casa de coñac, ubicada en Chermignac en el corazón de esta profunda Saintonge, no lejos de Saintes, una ciudad romana con suelos de piedra caliza donde los romanos plantaron sus primeras vides en Gaulle al comienzo de nuestra era. Saintes podría haberse convertido en la capital del coñac, pero tuvo que dar paso a su rival Cognac, que más tarde dio su nombre a finales del siglo XIX al más famoso de los aguardientes de Francia.

La casa Vallein-Tercinier fue fundada en 1850, todavía hoy es administrada por una quinta generación con el mismo nombre.