Avize, clasificado Grand Cru, y con razón, es un terruño bendecido de los Dioses que dan nacimiento a grandes Champañas sobre todo cuando el viñador que es a la vez maestro de cavas viene a completar con sus talentos aquello que la naturaleza le ha ya previamente otorgado.

Avize a la vez prestigioso y generoso: un terruño situado en el corazón de la Côte de Blancs, entre dos terruños también ellos muy prestigiosos Cramant en el Norte y Oger en el Sur. Aviz es también un territorio Grand Cru exclusivamente cuya superficie es muy pequeña: 263 hectáreas de cepa Chardonnay con 20 hectáreas en Pinot Noir. La viña está remarcablemente bien orientada: En el suroeste, la configuración presentándose bien para esta orientación, un factor esencial para la calidad de las uvas y su estado sanitario a lo largo de todo el ciclo de maduración.

El subsuelo está enteramente constituido de Creta la cual tiene la reputación de ser la mejor Creta de la Champagne, Creta que contribuye a un drenaje perfecto del viñedo. Esta configuración única evita al viñedo la clorosis (desechos de las aguas infligidas en la cepa para una estancada humedad).

La Casa de Sousa está precisamente instalada en Avize desde los años 1950 cuando Antonio de Sousa, hijo de un emigrante portugués, esposo de Zoémie Bonville, una familia de viñadores establecida en Avize desde hace varias generaciones atrás. Desde 1986, Erick, su hijo, está al mando de este viñedo, tesoro que el cual está transmitiendo a sus tres hijos Charlotte, Julián y Valentín.

Las viñas de este viñedo tienen una edad promedio de 50 años, edad que le da a las uvas una multitud de aromas y una fuerte concentración. Las cosechas son vinificadas en barriles.