| Más de 2 000 opiniones |  4.80/5 |
 |
Obras maestras de vino y licores en su puerta
Envío gratuito a partir de 300€ en Europa y a partir de 1000€/$ en EE.UU.
Embalaje seguro y seguro de transporte
Un Champagne excepcional que no necesita presentación, invitando a un viaje espacio-temporal que reserva cada vez una nueva sorpresa gustativa, tal es la característica de la Casa Dom Pérignon.
Primer Champagne de prestigio comercializado en 1936, debe su nombre al monje benedictino Pierre Pérignon que ofició de bodeguero en la Abadía de Hautvilliers en el siglo XVII, y que no es otro que el precursor del famoso método Champagne.
Hoy en día, Dom Pérignon es uno de los nombres más famosos del Champagne, sinónimo de perfección y refinamiento, que tiene la particularidad es ser un Champagne exclusivamente Millésimé, elaborado en años considerados excepcionales para la región.
La añada elegida cuando salió al mercado por primera vez fue la espléndida 1921, y en total, se han comercializado 41 añadas desde entonces.
Debajo de la famosa etiqueta con el escudo de armas hay un hombre, el monje benedictino de la Abadía de Hautvilliers Pierre Pérignon (1638-1715), conocido como Dom Pérignon. Puesto a cargo del viñedo de la abadía en cuestión, se había fijado el objetivo de producir el mejor vino posible. Enólogo autodidacta, estuvo en el origen del particular arte de mezclar diferentes añadas y variedades de uva, gracias a su asertiva sensibilidad y a su cierto talento como catador.
Hizo suyo... Ver más ...
Dom Pérignon es exclusivamente un Champagne Millésimé, que se reinventa cada año. Pero Dom Pérignon es también 3 tiempos diferentes de desarrollo, 3 etapas distintas de envejecimiento que revelan las características propias de la cuvée sin negar nunca su personalidad. En primer lugar, está la primera plenitud, la de la energía, que se revela tras un mínimo de siete años de maduración sobre lías. Son las cosechas Vintage. La segunda plenitud, llamada P2, es la de la intensidad, tras un mínimo de doce años de maduración sobre lías, la paleta aromática del vino se magnifica. La tercera plenitud, denominada P3, llega tras un mínimo de 20 años de crianza, y es la de la complejidad y la profundidad.
La mezcla (Secreto) varía para cada cuvée dependiendo de la añada, pero se mantiene cercana a una división equitativa entre Chardonnay y Pinot Noir (con una muy pequeña mayoría de Chardonnay). Las uvas proceden de Grands Crus como Aÿ, Bouzy, Verzenay, Mailly, Chouilly, Cramant, Avize, Mesnil sur Oger.. y de un Premier Cru, Hautvillers, el famoso pueblo donde vivía Dom Pérignon, monje de la abadía local, enólogo notable por su trabajo en la época.
Las primeras cuvées, Vintage, existen desde la añada 1921; para la 1990, podemos hablar de un año difícil. Tras un invierno suave, la floración tuvo lugar en condiciones difíciles, con bajas temperaturas y lluvias. El abrasador verano que siguió se prolongó hasta la víspera de la vendimia, cuando empezaron a caer fuertes lluvias. La vendimia produjo bayas jugosas en su punto óptimo de maduración. Los vinos resultantes son excepcionales por su calidad y homogeneidad.
En nariz ofrece aromas intensos y delicados de jazmín y jengibre confitado, y algunas notas más cálidas, seguramente debidas a la añada, de canela y pan tostado. En boca es increíblemente amplio, firme y fino a la vez, ofreciendo un concentrado de miel, frutos secos, tarta de manzana y especias dulces. El sedoso y largo final recuerda a los cítricos confitados, y las burbujas aún notablemente vivas afirman una sorprendente juventud para este vino.
Un persillé de bogavante con trufas es el acompañante ideal para este Dom Pérignon Millésimé 1990, pero un filete de rodaballo beurre blanc también entusiasmará.
