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Obras maestras de vino y licores en su puerta
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La Casa Lanson fue fundada en Reims en 1760 por François Delamotte, concejal y comerciante de Reims. Es una de las casas más antiguas de Champagne.
En 1798, Nicolas-Louis Delamotte, Chevalier de l'Ordre de Malte, sucedió a su padre y adoptó la Cruz de Malta como emblema comercial.
En 1837, Jean-Baptiste Lanson, asociado a la familia Delamotte en la casa de Champagne, a la muerte de Nicolas-Louis Delamotte, recibe las riendas de la casa, que toma entonces el nombre de Lanson, Père et Fils.
En 1882, Victor-Marie Lanson firmó su primer contrato de agente exclusivo con la Casa Percy Fox de Londres, un contrato que duraría más de 100 años, asegurando el éxito del Champagne Lanson.
El año 1900 marcó un importante punto de inflexión para la Casa Lanson. La reina Victoria recompensó a Champagne Lanson con la prestigiosa Royal Warrant of Appointment, que la empresa sigue ostentando en la actualidad.
Desde sus inicios, la Maison Lanson ha perpetuado la tradición de Champagne de no utilizar la fermentación maloláctica. Esta especificidad favorece el desarrollo óptimo de los aromas frutales, preserva la frescura de las uvas al tiempo que permite un envejecimiento más prolongado, garantía de la calidad del tiempo transcurrido en las prestigiosas bodegas de la Maison Lanson.
Conjugación armoniosa de la delicadeza y mineralidad típicas de la Côte des blancs y de la riqueza y generosidad de la Montagne de Reims, el Champagne Le Blanc de blancs encarna brillantemente la identidad Chardonnay de la Maison Lanson.
Originario de un cuidadoso ensamblaje de 15 Crus, el 70% de los cuales están clasificados Grands Crus y Premiers Crus, este vino se caracteriza por su frescura y vitalidad.
Las uvas de Côte des blancs aportan finura y elegancia, mientras que las de Montagne de Reims dan al Champagne notas carnosas y ricas. Juntos, forman un gran Chardonnay donde la delicadeza y la finura se magnifican con un final puro, mineral y refrescante, seña de identidad del estilo Lanson.
Para lograr este equilibrio único, la cosecha 2017 se complementa aquí con un 40% de vinos de Réserve, algunos de ellos de más de 10 años, que aportan consistencia y profundidad aromática al conjunto. Un periodo de crianza en bodega de 5 años tras el ensamblaje da como resultado una complejidad sutil y una tensión persistente.
A la vista, Le Blanc de blancs se distingue por un luminoso color dorado, con reflejos verdosos y burbujas finas y elegantes. En nariz, ofrece aromas profundos y finos que recuerdan al frangipane, la fruta Secs y los cítricos confitados, complementados con notas de pera William, semillas de sésamo, flor de lima y anís que subrayan su mineralidad.
En boca, su textura fresca y vigorizante está marcada por aromas de turrón y ralladura de cítricos. Las notas de piel y un toque de tiza dan paso a un final salino, delicado y puro. Este Champagne es el compañero ideal de los gourmets, maridando perfectamente con un carpaccio de vieiras con lima y yuzu o, para un placer más sencillo, con una croque-madame con jamón de Reims.
Servido entre 6 y 8°C, Le Blanc de blancs puede disfrutarse inmediatamente. Sin embargo, si las condiciones de conservación son óptimas, se beneficiará de unos años de paciencia para desarrollar aromas aún más complejos.
