Obras maestras de vino y licores en su puerta
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Colocado entre los 30 mejores Champagnes de vigneron, el Champagne de Diebolt-Vallois encarna la excelencia del terruño de la región.
Situado en Côte des blancs, el Domaine comprende 14 hectáreas de viñedos plantados principalmente con Chardonnay y situados en Grand Cru Cramant y Premier Cru Cuis. El viñedo se gestiona mediante una gestión integrada de plagas con un mínimo de tratamientos y un pasto progresivo de las parcelas.
Los vinos de Réserve se elaboran en cubas o foudres y luego se almacenan en una bodega a 14 metros bajo tierra para un envejecimiento lento y regular, con el fin de resaltar la redondez típica de los Champagnes Diebolt-Vallois.
El Domaine Diebolt-Vallois es seleccionado por restaurantes con estrellas Michelin de París, como el Epicure de Eric Fléchon, el Arpège y Le Cinq de Alain Passard, así como el Flocon de Sel de Megève.
Esta cuvée Millésimée Blanc de blancs, elaborada exclusivamente con la variedad de uva chardonnay, es el buque insignia de la Maison Diebolt-Valois.
Es el fruto de una selección de 7/8 parcelas de viñas de 60 años en el lieu-dit Les Buzons en Cramant (100% Grand Cru).
La exposición este/sureste, combinada con suelos de tiza aflorante, ofrece bajos rendimientos y uvas, dotadas de gran potencia aromática, que contienen mineralidad y salinidad.
En bodega, la fermentación se realiza "a la antigua", con fermentación alcohólica en barricas, bloqueo maloláctico, sin filtrado ni clarificación, y crianza en barricas de Borgoña de un solo vino.
Por último, en el embotellado final se realiza un dosaje bajo de 3 a 5 gr/litro dependiendo de la añada.
De color límpido y chispeante, esta cuvée se abre con notas muy finas de melocotón amarillo y flor de grosella, seguidas de notas ahumadas de pedernal, nuez y champiñón.
La efervescencia es de gran delicadeza y la fruta en el paladar es firme, fresca y jugosa a la vez.
Se realza con su lado mantecoso (típico de Cramant) y pastelero, con especias ahumadas y esa sensación mineral y salina que le da en parte su frescura.
Este Fleur de Passion 2013 es una cuvée compleja, a la vez aérea y potente, generosa y fresca, con una profundidad y una longitud excepcionales.
Acompañará con éxito una lubina con salsa vierge, y para los gourmands un Paris-Brest sencillamente.
