La finura de la Côte des Blancs y la estructura de la Montagne de Reims.
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En 1584, Pierre Gosset que era entonces Echevin de Aÿ y viticultor, elaboraba vinos tranquilos, a menudo tintos, con la cosecha de sus propias viñas en Aÿ. Como tal, esta Casa es la más antigua de Champagne.
En aquella época, tanto los vinos de Aÿ como los de Bourgogne competían por un lugar en la mesa de los Reyes de Francia. Ambos se elaboraban con Pinot Noir y Chardonnay.
Más tarde, en el siglo XVIII, sólo el vino de Aÿ, llamado Champagne a finales del siglo XIX, se volvió efervescente.
Se trata de un champán brut Premier Cru, elaborado exclusivamente con uvas Chardonnay, procedentes de cepas cultivadas en quince pueblos de la Côte des Blancs (Avize, Chouilly, Cramant, Le
Mesnil-sur-Oger, Oger, Cuis) y también la Côte des Noirs (Villers-Marmery, Tours-sur-Marne, Trépail).
El vino ha sido criado durante un mínimo de 3 años desde 2014, con una vinificación y maduración sobre lías previa para evitar la oxidación prematura.
El color es un amarillo dorado pálido
Tanto en nariz como en boca: cítricos, hierbas frescas acompañadas de flores blancas como la fresa y la pera, con toques de limón de Menton para realzar la acidez. El final es amaderado y avainillado con un toque de mineralidad.
Buena redondez en el paladar con un toque de cremosidad.
Maridaje: ideal como aperitivo, con foie gras tostado del Périgord, con ostras de Marennes Oléron. Será perfecto con un canapé de caviar o tapenade, pescado a la parrilla como lubina del Atlántico o salmón escocés.
Las botellas deben colocarse en una bodega alejada de la luz y el ruido con una higrometría óptima del 70%. Debe servirse a una temperatura de entre 8 y 10°C, pero no menos, para poder apreciar los finos sabores y las delicadas fragancias.
