Obras maestras de vino y licores en su puerta
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Las monjas bernardinas de la abadía de Tart, dependiente de la célebre abadía de Citeaux, fundaron el Clos de Tart en 1141.
En 1791, el Clos de Tart pasó a ser propiedad de la familia Marey-Monge, uno de cuyos miembros más célebres fue Monge, fundador de la Escuela Politécnica de París y matemático que acompañó al Napoléon a Egipto. Fue vendida en 1932 a la familia Mommessin, originaria del Mâconnais, que es la única propietaria hasta la fecha. Se trata de un viñedo de una sola parcela de 7,53 hectáreas situado en el finage de Morey-Saint-Denis en Côte de Nuits.
Desde su creación, este Clos nunca ha sido parcelado y es hoy, en Bourgogne, el mayor Monopole clasificado en Grand Cru.
Se trata de un único terreno de 300 metros de largo y 250 metros de ancho con una exposición este-sureste plantado norte-sur perpendicular a la línea de pendiente para luchar mejor contra la erosión. La parcela está rodeada por un muro de piedra de 1,2 km, de ahí el nombre de Clos.
El suelo es arcillo-calcáreo con mayoría de caliza, condición perenne y clave en los grandes viñedos de Francia. La edad media del viñedo es de 60 años y algunas cepas tienen más de 100 años.
La vendimia se realiza generalmente a mediados de septiembre. El rendimiento es muy bajo, de unos
3.000 litros por hectárea y el vino madura en barricas nuevas durante unos 18 meses.
Los vinos envejecen en las profundas bodegas construidas en dos plantas antes de ser enviados a todo el mundo.
Morey-Saint-Denis 1er cru "La Forge de Tart" 2017 es un Premier Cru de Borgoña.
Segundo vino del Clos de Tart Grand Cru, este vino procede de las viñas más jóvenes del Monopole. Por lo tanto, los volúmenes producidos varían de un año a otro.
Con el fin de enriquecer la gama de aromas del vino, un 15% de racimos enteros se depositan en la cuba antes de la vinificación.
La crianza dura 18 meses en barricas, la mitad de las cuales son nuevas.
Los vinos de Clos de Tart proceden exclusivamente de este clos, incluido el "Segundo vino" Forge de Tart, de las viñas más jóvenes.
El Forge de Tart 2017 ofrece un bouquet aromático marcado por la fruta roja y un toque de especias.
La estructura tánica es muy densa pero los taninos están bien maduros, sin dejar ninguna impresión de sequedad en el paladar.
El vino es dinámico y el final tiene mucho mordiente.
Se apreciará desde una edad temprana.
Maridará perfectamente con carnes rojas pero también con quesos con cuerpo.
