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Obras maestras de vino y licores en su puerta
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Qué amante del vino exigente no conoce Château Latour, un nombre muy sencillo que, sin embargo, no ha merecido el gran prestigio que ha adquirido. Su historia comienza en 1718, cuando el marqués Nicolas-Alexandre de Ségur plantó las primeras vides en el lugar. Más tarde, en 1787, Thomas Jefferson, embajador estadounidense en Francia por aquel entonces, lo mencionó en sus notas de viaje, lo que marcó el inicio de su fama.
En 1855, llegó su consagración al acceder al prestigioso título de Ier Grand Cru Classé en el momento de la clasificación de los Grands Crus del Médoc, distinción que comparte con Château Lafite Rothschild, Château Haut-Brion así como Château Margaux, y luego con Château Mouton Rothschild desde 1973.
Propiedad del empresario francés François Pinault desde 1993, Château Latour reina sobre un viñedo de 80 hectáreas, 48 de las cuales se agrupan en un recinto con cepas de más de 40 años que son el corazón de Domaine. Están plantadas en cimas de grava con vistas al estuario de la Gironda, un terruño ideal y muy cualitativo, y dan origen al gran vino. El viñedo es 76% Cabernet Sauvignon, 22% Merlot y 2% Cabernet Franc y Petit Verdot.
El Domaine produce otras dos cuvées: un vino Second, el Forts de Latour, y un tercer vino, el Pauillac de Latour.
Los vinos del Château Latour tienen una capacidad excepcional para resistir el paso del tiempo, pudiendo esperar varias décadas antes de ser disfrutados. Combinan armoniosamente estructura tánica, persistencia, raza y elegancia.
El vino presenta un elegante y brillante color rojo rubí con reflejos ligeramente anaranjados.
En una primera cata, ofrece un complejo bouquet aromático en el que se mezclan aromas de frutos negros y de sotobosque.
Tras la aireación aparecen notas amaderadas. En boca, el vino es potente y concentrado.
El ataque cálido, se equilibra rápidamente y evoluciona sobre unos taninos todavía algo fermentados pero, de gran calidad.
El final, concentrado y persistente termina sobre frutas golosas.
Los taninos, todavía algo fermentados pero, de gran calidad