Grand Cru Classé de Graves en 1959
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El Château Pape Clément es una de las propiedades más antiguas del viñedo Bordeaux, con siete siglos de antigüedad y nacida de la pasión de un papa. Fue a finales del siglo XIII cuando Bertrand de Goth recibió de su hermano Bréaud de Goth, como regalo por su nombramiento como arzobispo de Bordeaux, una propiedad situada en Pessac plantada de viñas. Bertrand de Goth fue elegido Papa en 1305 y tomó el nombre de Clemente V. Rebautizó su Domaine como Papa Clemente.
Grand Cru Classé en rojo en la clasificación de Graves en 1953, Domaine pertenece desde 1983 al empresario bordelés Bernard Magrez. Con determinación y pasión, ha llevado a Pape Clément a la esfera de los grandes vinos de Bordeaux. Respeto del medio ambiente, utilización de drones para seguir la evolución de las vides, vinificación a medida, de la vid a la bodega nada se deja al azar para que se exprese el potencial de este terruño excepcional.
El Château Pape Clément se basa en un viñedo de 63 hectáreas implantado en una excepcional ladera de grava pirenaica.
El vino se elabora con un 56% de Cabernet Sauvignon, un 40% de Merlot y un 4% de Cabernet Franc. El grand vin envejece entre 16 y 18 meses en barricas de roble francés, el 70% de las cuales son nuevas. El Clémentin de Pape Clément es el vino tinto Second.
- La variedad de uva para el vino blanco es 74% Sauvignon blanc, 22% Semillon, 3% Sauvignon gris y 1% Muscadelle. El gran vino blanco envejece entre 12 y 14 meses en barricas de roble francés, el 70% de las cuales son nuevas. El Clémentin de Pape Clément es el vino blanco Second.
El Château Pape Clément produce vinos que combinan riqueza, frescura y modernidad. Vinos acordes con los tiempos, con tintos elegantes, finos y afrutados, y blancos generosos e intensos, entre lo mejor de la denominación Pessac-Léognan.
La añada 2009 es una de las excepcionales del viñedo bordelés. Tras una primavera lluviosa, la floración de las vides fue bien gracias a un agradable mes de mayo. Tanto el verano como los meses de septiembre y octubre fueron muy secos, lo que favoreció una excelente maduración de las uvas. Las uvas pudieron madurar todo su potencial, concentrando taninos, antocianos y frescor aromático. Así pues, la vendimia se desarrolló con serenidad.
Mezcla de la añada 2009: 50% Cabernet Sauvignon, 45% Merlot, 5% Cabernet Franc.
La capa es de un bonito color rojo oscuro intenso, con bellos reflejos ligeramente teja.
La nariz es intensamente expresiva, con notas de frutos negros, madera de vainilla, especias picantes y grafito. También percibimos un toque de rosa desvaído.
El ataque es flexible, revelando un vino con cuerpo, carnoso y denso, que evoluciona sobre una estructura tánica finamente construida. Muy rico y concentrado, muestra una potencia equilibrada hasta un final largo, persistente y sabroso. Un gran Pape Clement que no ha terminado de deleitar al degustador.
Maridaje:
El Château Pape Clément 2009 en magnum sería un acompañamiento perfecto para una costilla de ternera madura cocinada al sarmiento, una pierna de cordero con ajo y romero, un pichón asado con crosnes y trompetas de la muerte, o una carrillada de ternera estofada al vino tinto con condimentos de cebolla.
Para un maridaje con queso, elija quesos de pasta prensada sin cocer: Edam, Gouda, Saint-nectaire, morbier, Tomme de Savoie o Salers.
De postre, resultará especialmente exquisito con el postre caribeño de Yann Couvreur, una selva negra o macarrones de praliné.
Potencial de envejecimiento y degustación:
El Château Pape Clément 2009 en magnum aún puede esperar en bodega cerca de veinte años más. En efecto, 2009 es una gran añada para el envejecimiento y la gran capacidad de la botella confiere al vino una mayor aptitud para envejecer. Su punto álgido se alcanzará entre 2042 y 2045.
Sin embargo, se presta maravillosamente a ser degustado ahora. Para ello, procure abrir la botella la noche anterior, habiéndola colocado en una habitación a temperatura ambiente entre 15 y 18°C. En caso contrario, ábrala y decántela idealmente entre 6 y 7 horas antes de la degustación.
Las botellas deben conservarse en la bodega en un lugar oscuro, tumbadas, con un grado higrométrico óptimo del 70%.
