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Obras maestras de vino y licores en su puerta
3er Grand Cru Classé en 1855.
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Le Château Kirwan es una hermosa propiedad en el corazón del viñedo de Margaux. Fue construido a finales del siglo XVIII por Mark Kirwan, un hombre de negocios irlandés, que recibió el Domaine al casarse con la hija del entonces propietario, John Collingwood, comerciante en Burdeos. Thomas Jefferson, embajador de EE.UU. en Francia, lo elogió en sus notas de viaje de 1787.
Le Château se convirtió en Tercer Grand Cru Classé en 1855, en el momento de la famosa clasificación publicada para la Exposición Universal de París. En 1926 fue adquirido por la casa comercial bordelesa Schröder & Schÿler, de origen hanseático. En la actualidad, Sophie, Nathalie y Yann Schÿler están al frente de la propiedad y trabajan con los mejores asesores vitícolas y enológicos para optimizar la excelencia de sus vinos.
El viñedo ocupa 37 hectáreas en suelos pirenaicos de grava y gravilla arenosa, y está plantado con un 47% de Cabernet Sauvignon, un 35% de Merlot, un 10% de Cabernet Franc y un 8% de Petit Verdot. Los vinos envejecen entre 18 y 21 meses en barricas de roble, de las cuales el 33% son nuevas.
La finca produce un segundo vino, Charmes de Kirwan.
Los vinos de Château Kirwan son conocidos por su finura y frescura, donde la pureza de la fruta se codea con la precisión y el equilibrio.
La añada 2012 fue testigo de varios posibles contrastes en Burdeos, pero lo principal que hay que recordar es un verano caluroso y muy seco. Fue necesario todo el saber hacer técnico de los equipos de Château Kirwan. A partir del mes de agosto, las buenas condiciones permitieron a las uvas seguir un buen proceso de maduración. Durante la vendimia, se realizó una selección muy selectiva para conservar únicamente las uvas más cualitativas.
Mezcla de la añada 2012: 68% Cabernet Sauvignon, 20% Merlot, 7% Cabernet Franc, 5% Petit Verdot.
La capa es de un hermoso color púrpura, matizado con sutiles reflejos teja.
La nariz es seductora y compleja, con notas de cereza negra, mora y cassis, seguidas de especias picantes, frescor mentolado y un toque de tabaco.
El ataque es preciso y jugoso, el vino revela rápidamente toda su finura y suavidad. Apoyado en taninos firmes y llevado por una hermosa acidez, va in crescendo en persistencia aromática, revelando sabores de bayas silvestres y torrefactos. Se alarga con nobleza hasta un largo final afrutado y acariciante.
Maridaje:
Chateau Kirwan 2012 combinaría bien con un bocado de ternera sous la mère, un filete de venado asado, una codorniz rellena de setas, un famoso cordero lechal de Pauillac o un tournedos de ternera con sabor a trufa.
Para maridar con queso, prefiera los quesos prensados y sin cocer: cantal, mimolette viejo, morbier, saint-nectaire y tomme de Savoie. También puede disfrutarse con Brie de Meaux, Gouda o Salers.
De postre, será exquisito con una tartaleta de chocolate Grand Cru, un praliné de Dôme o un postre de pistacho y chocolate.
Potencial de guarda y degustación:
Château Kirwan 2012 aún puede evolucionar pacientemente en bodega, hasta alcanzar su plenitud que será entre 2028 y 2030.
Por supuesto, puede disfrutarse hoy. Para ello, abra y decante la botella en la sala de servicio a una temperatura ambiente de entre 15 y 18°C, idealmente entre 3 y 4 horas antes de la degustación.
Las botellas deben conservarse en la bodega, protegidas de la luz, tumbadas, a un grado higrométrico óptimo del 70%.
