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Obras maestras de vino y licores en su puerta
Petrus 1971
Gran vino de Pomerol
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Petrus
Petrus, un mito entre los mitos, ni más ni menos. El cru más famoso de Burdeos, nacido de un terruño excepcional combinado con un savoir-faire único y celosamente guardado. En el siglo XIX, el Domaine fue fundado por la familia Arnaud, bautizándolo con el nombre del primero de los Papas.
En 1925, Edmonde Loubat adquirió acciones del Domaine, viendo su gran potencial. Durante 20 años, promovió los vinos, y en 1945 unió sus fuerzas a Jean-Pierre Moueix, originario de Corrèze y jefe de su propia casa comercial en Libourne.
Juntos, desarrollaron sin descanso la reputación de Petrus, compartiendo la firme convicción de que se convertiría en el igual de los grandes Châteaux de la Rive gauche. El vino se hizo especialmente popular en Estados Unidos, donde Kennedy se convirtió en su primer embajador. A la muerte de Edmonde Loubat en 1961, Jean-Pierre Moueix se convirtió en el único propietario y llamó al enólogo Jean-Claude Berrouet para que se encargara de la vinificación. Durante las décadas siguientes, Petrus ascendió a la cima de la jerarquía de los grandes vinos de Burdeos.
Hoy, los hijos y nietos de Jean-Pierre Moueix, Jean-François y Jean, están al frente del Domaine, acompañados por Olivier Berrouet, que ha sustituido a su padre en la bodega y sigue dando vida al estilo Petrus.
Hoy en día, Petrus reina sobre un viñedo de 11,5... Ver más ...
Descripción Petrus 1971
La cosecha de 1971 empezó muy mal en Burdeos, con una primavera muy húmeda que favoreció el mildiu y el coulure. Casi todos los trabajos en las viñas, habitualmente realizados con tractor, tuvieron que hacerse a mano, ya que los suelos estaban muy húmedos e intransitables. Una vez superadas estas dificultades y realizada la floración, los meses de julio y agosto se desarrollaron en excelentes condiciones. La abundancia de sol cargó las uvas de azúcar y concentró taninos y aromas.
De toda la región bordelesa, son las denominaciones de la Rive droite, incluido Pomerol, las que realmente destacan con sus vinos de gran concentración. Y el mejor vino de la cosecha, sumando todas las denominaciones, es sin duda Pétrus Prueba de ello es el comentario del famoso crítico americano Robert Parker: "Pétrus 1971 debe ser sin duda el vino de la añada" O el de Jancis Robinson MW hace unos años: "Creo que este vino podría seguir y seguir. Sin duda, el mejor 1971 conocido..."
Esta leyenda viva luce un color granate oscuro con reflejos ámbar. Su increíble bouquet evoca moca, cereza, cedro, regaliz y la trufa tan característica de los grandes Pomerol evolucionados, todo ello con enorme sensualidad.
Los ligeros taninos fundidos por las décadas transcurridas le confieren un ataque muy tierno en boca y mucha melosidad. Leves notas ahumadas y de chocolate emergen en el final. Maravilloso equilibrio entre alcohol y acidez.
Este Pétrus de gran pureza es uno de los más deliciosos y seductores que se pueden encontrar. Un auténtico monumento que aún tiene vida, una savia sedosa, sabrosa e irresistible. Pruébelo con platos que evoquen los aromas del sotobosque, como el capón relleno de setas porcini, la ternera con rebozuelos o el solomillo de buey con trufas frescas. Por lo demás, Petrus 1971 se mantiene por sí solo y puede disfrutarse como vino de meditación...