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5º Grand Cru Classé en 1855.
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El Château Lynch-Bages es una de esas ilustres propiedades que han contribuido a la reputación de los grandes vinos de la región. Situada en las tierras de "Batges", una loma de grava que domina el estuario de la Gironda, su historia comenzó en el siglo XVII, cuando era propiedad de Thomas Lynch, un comerciante bordelés de origen irlandés. En aquella época se llamaba "Lynch cru" y permaneció en la familia hasta 1824.
En 1855, Château Lynch-Bages obtuvo el título de Quinto Grand Cru Classé en la famosa clasificación de los vinos de Médoc para la Exposición Universal de París.
Su historia moderna la ha escrito la familia Cazes, que sigue siendo su propietaria. En 1939, Jean-Charles Cazes, que ya era propietario de Château Les Ormes de Pez en Saint-Estèphe, compró Domaine y le insufló nueva vida elevando su nivel. A su muerte, en 1972, su nieto Jean-Michel Cazes tomó las riendas y poco a poco, gracias a numerosas renovaciones técnicas y rodeándose de las personas adecuadas, consiguió producir un vino a la altura del gran Pauillac. Desde 2006, su hijo Jean-Charles está al frente, siempre con un objetivo en mente, el de producir los vinos más precisos posibles, marcados por la impronta Cazes.
El viñedo Château Lynch-Bages abarca hoy 100 hectáreas de viñedo, con un 70% de Cabernet Sauvignon, un 24% de Merlot, un 4% de Cabernet Franc y un 2% de Petit Verdot. Los vinos envejecen durante 18 meses en barricas de roble francés, el 70% de las cuales son nuevas.
El pago Echo de Lynch-Bages produce un vino Second.
El Château Lynch-Bages produce vinos potentes y complejos, nacidos de una viticultura de precisión. Vinos hechos para envejecer y que mejoran admirablemente con el paso de los años.
La añada 2012 se caracterizó principalmente por un verano caluroso y muy seco, que siguió a una primavera fresca y muy húmeda. A partir de agosto, las condiciones meteorológicas se estabilizaron y permitieron que las uvas siguieran un buen proceso de maduración. La vendimia, realizada con serenidad, es muy selectiva, de modo que sólo se conservan las uvas más cualitativas.
Mezcla de la añada 2012: 71% Cabernet Sauvignon, 26% Merlot, 2% Cabernet Franc, 1% Petit Verdot.
El color sigue siendo un rojo oscuro, con elegantes reflejos teja.
La nariz combina potencia y equilibrio, ofreciendo aromas de frutos negros maduros, sobre todo grosella negra, pimienta de Sichuan y trufa, seguidos de cardamomo y madera tostada.
El ataque es franco, y el vino evoluciona sobre una estructura tánica finamente construida que le confiere potencia y frescura. En todo su recorrido se perciben generosos sabores de frutas negras confitadas y especias dulces. Se alarga hasta un final sedoso, persistente y picante.
Maridaje:
Chateau Lynch-Bages 2012 maridará bien con una costilla de ternera madurada cocinada sobre sarmientos de Medoc, una chuleta de ternera con salsa de setas porcini del Perigord, magret de pato con salsa de Pinot Noir, pierna de jabalí confitada o un costillar de cordero confitado al ajillo.
Para un maridaje con quesos, pruébelo con Cantal, Edam, mimolette curado, morbier con trufa o Saint-Nectaire.
Para los postres, será perfecto con una selva negra, una tarta de chocolate grand cru o un bavarois de chocolate.
Potencial de guarda y degustación:
Chateau Lynch-Bages 2012 es un vino de Pauillac construido para envejecer gracias al potencial de su gran terruño. Podrá esperar en la bodega hasta su apogeo entre 2032 y 2036.
Sin embargo, puede disfrutarse hoy mismo. Para ello, procure colocar la botella en la sala de servicio a temperatura ambiente la noche anterior y ábrala. En caso contrario, abra y decante la botella al menos 6 ó 7 horas antes de la degustación.
Las botellas se conservarán en la bodega, protegidas de la luz, tumbadas, con un grado higrométrico óptimo del 70%.