Obras maestras de vino y licores en su puerta
Calidad de los suelos arcillo-calcáreos, óptima insolación con exposición sur, drenaje natural del agua de lluvia gracias a la pendiente, excelente régimen hídrico gracias al sustrato calcáreo...
El Domaine posee en grado sumo los caracteres que definen la aptitud vitícola de una tierra. Con el argumento añadido de la precocidad, gracias a sus suelos de arcilla blanca, que captan notablemente el calor.
En 2001, el antiguo Château Lapeyronie, convertido desde entonces en Clos Lunelles, salió del relativo anonimato a la luz.
Ese año, en efecto, "golpeado por la varita mágica de Gérard Perse" según la fórmula de Robert Parker, el pequeño Domaine de los Côtes de Castillon (8,5 hectáreas) iba a revelar el inmenso potencial de su terruño al obtener, desde la primera añada de su nuevo comprador, una puntuación de 93 sobre 100 por parte del famoso comentarista estadounidense.
